Desde que nacemos la sexualidad forma parte de nuestra vida. Desde que somos niños experimentamos sensaciones placenteras a las caricias y observamos con detenimiento las muestras de amor y afecto como besos y abrazos en los adultos que nos rodean.
Cuando entramos a la pubertad establecemos nuestra identidad sexual mientras a la vez, seguimos recogiendo información sexual a partir de los medios, las amistades, la familia y la educación.
Al iniciar la pubertad, el tema del sexo y adolescencia empieza a tomar prioridad y cada vez preocupa más al joven.
Es en esta etapa cuando se dan los primeros pasos hacia el despertar de la sexualidad, en el cual la familia y el ambiente juegan un rol importante. Sin embargo, no es la etapa más adecuada para perder la virginidad, pero sí para descubrir sensaciones y empezar a aprender información clave para vivir una vida sexual sana y responsable.
Un ambiente familiar demasiado permisivo con los adolescentes puede conducir a una precocidad de la vida sexual. En las familias muy restrictivas o con normas muy rígidas, ésto también conlleva a un problema, ya que los jóvenes empiezan una sexualidad siendo aún muy inmaduros y poco conscientes de la situación.
En algunas ocasiones se ha relacionado el inicio precoz de las relaciones sexuales con la incidencia de problemas ginecológicos y psicosociales en la vida adulta tales como rechazo del cuerpo, comportamientos fuera de norma, fracaso en los estudios, entre otros.
Cambios físicos en la adolescencia
– En el hombre:
- Ensanchamiento de hombros
- Desarrollo de la musculatura
- Cambios de voz (se vuelve más grave)
- Crecimiento de vello facial y corporal
– En la mujer:
- Ensanchamiento de caderas
- Crecimiento del busto
- Empieza el ciclo menstrual
- Su voz se vuelve mas fina
- Crecimiento de vello pubico y corporal
Características comunes del sexo y adolescencia
Aquí unos cuantos comportamientos y actitudes típicas de cómo se vive la sexualidad en sus inicios. Nuestros primeros pasos para convertirnos en los amantes que seremos de adultos empiezan así:
- La sexualidad se siente como un gran impulso que lleva a la búsqueda del placer.
- Se le da mucha importancia y valor a la belleza física
- El amor es platónico
- Se vive el primer amor, el cual se cree que será eterno
- En la adolescencia se une el deseo con el amor. El adolescente comienza a comprender el acto sexual como una expresión de amor
- Se comienzan a ejecutar los roles sexuales
- El joven se deja manipular por lo que los medios y el ambiente le dicen con respecto a la sexualidad.
- Masturbación frecuente
- Sueños eróticos
- Fantasías sexuales
Factores que influyen en el sexo y adolescencia
- El modelo de conducta sexual de los padres
- La imagen de sexo que promueven los medios de comunicación
- La influencia de amistades mayores que ya han tenido experiencias sexuales
- Los ambientes familiares muy estrictos o por el contrario, muy liberales
- La educación inculcada en casa y lo escuchado en el centro educativo
- Los mitos sexuales y los miedos sexuales
¿Cómo se debe hablar de sexo con tus hijos?
Es una función de los padres hablar de sexo con sus hijos.
Para muchos padres y madres, estas conversaciones son incomodas, pero son inevitables y de mucha ayuda al adolescente para que este pueda aclarar sus dudas respecto al sexo y construir así una sexualidad mucho más sana, que en algún momento tendrá que comenzar.
Una vez que tu hijo o hija comience a explorar su cuerpo, hay que empezar las charlas sobre sexo. En esos momentos, que aún son muy niños, hay que explicarles claramente y por los nombres correctos, las partes del cuerpo humano y los órganos reproductores, enseñarles también para que sirven y la importancia de mantenerlos limpios. Hay hacerles sentir confianza de manera que ellos acudan a ustedes cuando algo no vaya bien o crean que no es correcto.
Cuando los hijos son adolescentes hay que explicarles la importancia que tiene para el resto de la vida el crear una sexualidad sana y responsable.
Es muy importante hablarles acerca de las implicaciones que tiene el sexo en la vida.
Converse con su hijo o hija de manera tranquila e inspírele confianza, muéstrese como un “padre moderno y comprensivo” pero siempre firme en sus convicciones.
Al hablar de sexo y adolescencia, enséñele también que el sexo no es malo, que es un gran paso y algo muy hermoso, pero que requiere de una madurez y responsabilidad que se alcanza cuando se es un poco más grande.
Al hablar de sexo hágalo siempre con la verdad y con mucha claridad, no sienta vergüenza. Hablar claro con tus hijos sobre el sexo es importante para evitar crearles actitudes negativas o erróneas de la sexualidad.
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