– 24-Enero-2009 –
Fuente: ScienceDaily
La Pérdida de Deseo Sexual causa problemas en la calidad de vida
Las mujeres que tienen bajos niveles de deseo sexual, generalmente como resultado de la menopausia, son mas propensas a sufrir de depresión y síntomas físicos tales como dolor de espalda y problemas de memoria que las mujeres que reportaron niveles de deseo sexual más altos, de acuerdo a un estudio de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos.
El estudio publico recientemente, encontró que las mujeres con falta de deseo sexual dijeron tener un nivel de salud más pobre y peor calidad de vida que las mujeres sin este desórden.
Por ejemplo, aquellas que sufrían el desorden reportaron 2 veces más problemas de salud incluyendo lumbalgias, perdida de memoria y fatiga. Los científicos dicen que este estudio muestra que las mujeres con deseo sexual hipoactivo tienen un nivelo de impedimento físico y mental, el cual se puede comprar con situaciones crónicas como la hipertensión, la diabetes, la osteoartritis o el asma.
“Nuestra investigación muestra que sufrir falta de deseo sexual (conocida también como deseo sexual hipoactivo) es un problema significativo y clínicamente relevante y no una fase normal o inevitable del proceso de envejecimiento”. Comentó Andrea K Biddle, PhD, profesora asociada de la UNC Gillings, escuela global para la Salud Publica.
El deseo sexual hipoactivo se define como una persistente carencia de deseo sexual provocando estrés o dificultades interpersonales. Los estudios muestran que entre el 9% y el 26% de las mujeres en los Estados Unidos sufren de él, dependiendo de la edad de la mujer y su estado menopausico.
El estudio se baso en entrevistas telefónicas con 1.189 mujeres posmenopausicas. Los investigadores preguntaron a las mujeres acerca de sus niveles de deseo sexual y estado emocional y físico. Los resultados mostraron que las mujeres con el desorden eran más propensas a sufrir depresión y mostrar insatisfacción con su diario vivir y sus compañeros sexuales.
Las mujeres que tienen menopausia inducida (es decir, a causa de una cirugía donde removieron sus ovarios) mostraron tener un poco más de probabilidades de sufrir el desórden que aquellas que sufren de un proceso menopausico natural.
Este estudio se llevo a cabo por contrato con Procter & Gamble Pharmaceuticals Inc. en Mason, Ohio.
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