– 14-Noviembre-2008 –
Fuente: HealthDayNews
Mujeres adolescentes tratadas de Enfermedad Pelvica Inflamatoria (EPI) se vuelven altamente susceptibles de contraer enfermedades de transmisión sexual, en algunos casos, en solo semanas o meses después del tratamiento, según reportaron los investigadotes de Centro Johns Hopkins.
Los resultados, de acuerdo a los científicos, sugieren que el tratamiento de la Enfermedad Pelvica Inflamatoria con un antibiótico y un brochure no es suficiente para cambiar el comportamiento y prevenir futuras infecciones recurrentes, las cuales pueden incrementar el riesgo de dolor crónico pélvico, embarazos ectópicos e infertilidad.
"Ya que nuestros resultados encuentran que la Enfermedad Pelvica Inflamatoria o EPI no es un evento asilado, los doctores deben buscar maneras de cambiar el comportamiento en las muchachas y no solo tratar el episodio clínico agudo. Estamos hablamos de concientizar, de un estricto seguimiento y lo más importante, de desarrollar nuevas estrategias que de verdad funcionen”. Relato la líder de la investigación, la Dra. María Trent, una médica pediátrica y especialista en medicina para adolescentes.
Los cuatro años del estudio incluyeron 80 jóvenes de Baltimore con edades entre los 15 y los 2 años, quienes fueron diagnosticadas con al menos una ETS (enfermedad de transmisión sexual) durante un periodo de 6 meses. De estas, 27 (8%) tuvieron al menos dos infecciones de transmisión sexual en el periodo siguiente.
Los resultados del estudio se publicaron en la edición de noviembre del diario “Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.”
Este estudio incluyo muchachas de Baltimore, pero las chicas adolescentes de todos los Estados Unidos probablemente pasen por la misma situación y tengan problemas similares por comportamientos que las ponen en riesgo de contraer de nuevo una ETS.
El mejor momento para concienciar a estas mujeres es durante el diagnóstico cuando regresan por un chequeo pélvico dentro de las siguientes 72 horas.
"Creemos que lo que se necesita es una charla con cada paciente para determinar cuales son los aspectos de su comportamiento sexual que ponen a la mujer en riesgo y que deben ser cambiados” Agrego Trent.
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