Para hablar acerca de la educación sexual, primero debemos saber y comprender de que se trata la sexualidad.
¿Qué es la sexualidad?
La sexualidad es una parte integral de todo hombre y de toda mujer y un complemento esencial para construir una vida sana y plena.
La sexualidad no incluye únicamente la función reproductiva del ser humano, incluye también el ámbito afectivo y el ámbito erótico.
La Organización Mundial de la Salud, da una definición muy completa de la sexualidad humana, ella dice que la sexualidad es:
“Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la oriemntación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales."
Por siglos, se creyó que la sexualidad era un mero instinto del ser humano y que todas sus acciones, creencias y conductas estaban dictadas para lograr la procreación de nuevos seres y perpetuar la especie.
Hoy en día sabemos, dichosamente, que no es así. La sexualidad es además de nuestros órganos sexuales y hormonas, la conducta emocional y afectiva de nuestro sexo que nos distingue entre los demás miembros de nuestra sociedad y nos provoca hacer cosas por impulso y placer más que por una obligación reproductiva.
¿En que consiste la educación sexual?
La educación sexual es la forma más correcta para preparar y cultivar personas que se desenvuelvan con éxito en su vida intima y en sus relaciones interpersonales, sin acarrear problemas que tengan consecuencias en su libertad, su salud o bien, consecuencias para la sociedad.
La falta de educación sexual contribuye al desato de múltiples problemas sociales, tales como:
- Madres adolescentes
- Embarazos no deseados
- Abortos
- Enfermedades de transmisión sexual
- Violencia
- Falta de respeto entre géneros.
- Problemas familiares
Es importante recalcar también que la educación sobre la sexualidad debe impartirse como una estrategia de prevención para los diversos riesgos que puede tener el sexo inseguro y no como una norma restrictiva del sexo como tal.
Por eso, la educación sexual propone la prevención en lugar de la restricción o la abstinencia como medida de evitar enfermedades y embarazos no deseados.
Es importante hablar acerca de las responsabilidades y consecuencias de tener una vida sexual activa.
El embarazo, las enfermedades de transmisión sexual y los sentimientos acerca del sexo son temas importantes que tienen que ser conversados.
El hablar con los hijos en el ambiente hogareño sobre el sexo puede ayudarlos a tomar las mejores decisiones para ellos sin sentirse presionados para hacer algo antes de que estén listos, lo mismo pasa con los adolescentes en las aulas.
Si se ayuda a que los niños y jóvenes comprendan que éstas son decisiones que requieren de madurez y responsabilidad, se aumenta la probabilidad de que escojan las mejores decisiones cuando llegue el momento de enfrentarse al sexo o de empezar la vida sexual activa.
La educación sexual y mi vida
Educarnos en sexualidad, es sinónimo de salud.
Todos hablan sobre la salud física, la salud mental, pero muy pocos conversan y debaten sobre la salud sexual y su importancia para el bienestar integral de la persona.
La salud sexual es una condición importante de lograr en cada ser humano para alcanzar el máximo nivel de calidad de vida. De hecho, la salud sexual es muy influyente para nuestro grado de salud psicológica y física.
El sexo envuelve muchos aspectos, no solo el acto físico. La educación es uno de ellos, y quizá, el más importante. Por ello, debemos educarnos al respecto desde temprana edad con conceptos como:
- Amistad
- Salud
- Relaciones interpersonales
- Deberes y responsabilidades
- Consecuencias de mis actos
- Respeto y tolerancia
- Buenos modales
- Métodos Anticonceptivos
- Embarazo
- Maternidad y/o paternidad responsable
- Enfermedades de transmisión sexual
Entre muchas otras cosas, antes de aventurarnos a iniciar en el acto sexual, ¡¿Cuántas enfermedades no se detendrían si tan solo la persona tuviera un poquito de educación acerca de ellas?!
Una buena salud sexual, basada en la educación, el respeto y la responsabilidad, es la clave para vivir una sexualidad sana sin prejuicios, miedos o insatisfacciones.
El que aprendamos a tratar nuestra sexualidad con la importancia que merece y la responsabilidad que lleva en el hombro, significa también una sociedad mejor. Una sociedad con menos enfermedades de transmisión sexual, menos embarazos no deseados, menos problemas de pareja, menos estrés y preocupaciones, además de ser más pacifica y alegre.
Para disfrutar de una vida sexual sana y responsable, debemos comenzar por tener una actitud positiva hacia la sexualidad.
Deja una respuesta