Hay cosas que en la vida solo son para dos…
¡Que duro golpe es enterarse de que tu ser amado buscó una aventura!
Siempre has creído que tu relación marcha de maravilla, no podrían ser más felices, te entregas por completo en la casa, la vida y en la cama para esa persona especial, y un día sin esperarlo, descubres que tuvo algo por fuera. Que desilusión.
La tristeza, el desconsuelo y la incertidumbre te invaden inevitablemente.
¿Que impulsó que él o ella buscaran placer en otra persona?
¿Será acaso que una aventura ocasional, un acto de debilidad carnal aislado, es suficiente para acabar con el amor que media entre ambos?
¿Por qué no se complacen con una sola pareja?!
¿Por qué a algunas personas se les hace tan difícil satisfacerse y comprometerse con su pareja y buscan una aventura para satisfacer una urgencia sexual?
Hay varias razones que llevan a que una persona que se encuentra en una relación estable, busque una aventura, pero son tres las causas principales de las cuales se desbordan miles de razones para ser infiel, y ellas son:
- Descontento con la pareja
- Falta de satisfacción sexual
- Disposición personal
Hay causas mayores de infidelidad, pero en esta sección nos limitaremos a hablar de los pequeños tropezones (casos aislados) que no tienen relación con los sentimientos románticos hacia la pareja.
La primera razón para dejarse ganar por una debilidad, es no tener las agallas ni compromiso hacia la pareja para expresar lo que siente que anda mal, lo que no le gusta o lo que cree que podría mejorar y entonces busca rellenar esa escasez que siente en una aventurilla con otra persona por quién no tiene gran interés.
¡Gran error! Por una aventura sexual insignificante para ti podrías perder al posible amor de tu vida.
La solución para esto: Comunicarse. Así de simple. A veces es difícil dar el primer paso para hablar con la pareja de esos temas pero una vez abierta la plática lo siguiente será más fácil.
Es importante que la persona sepa y comprenda que está en una relación de verdad, por lo tanto su compañer@ estará con la mayor disposición a entablar una conversación, escuchar, poner de su parte para encontrar una solución y trabajar fuertemente en ella.
Otra de las razones, y la más frecuente, es la falta de autoestima e inseguridad en si mism@ que el aventurero (a) tiene.
Estos dos factores son claves para poder optar por una relación estable, consolidada y comprometida.
Primero debemos sentirnos bien con nuestro propio yo, querernos y aceptarnos tal cual somos antes de pretender que la relación de pareja funcione. Es decir, tenemos que funcionar bien con nuestro ser antes de poder funcionar con alguien más.
Muchas aventuras suceden por la necesidad de estar con alguien fuera de la pareja para sentirse deseable y atractiv@, en el caso particular de los hombres diríamos que lo hacen para sentir que aún son muy “machos” y todavía pueden conquistar a quien quieran.
Cuando falta seguridad en si mism@ y la autoestima anda baja, no hay mayor satisfacción que escuchar unos piropos y galanterías de alguien fuera de la pareja, y mucho más si aparte de las palabras hay otras muestras físicas de cariño, afecto y deseo.
La solución para el aventurero (a) en estos casos es pensar que al lado tiene a alguien especial, que le quiere, respeta y acepta tal como es, que a pesar de poder estar con cualquier otra persona, está con el o ella. Y lo esencial: subir la autoestima, gustarse, valorarse por si mismo y no por lo que le digan, corregir lo que en su interior o exterior no le satisface de si mism@.
Así logrará primero ser feliz consigo mismo, luego lo será en su relación de pareja y por supuesto, logrará hacer feliz también a su otra mitad, pues para eso están juntos, no?
Un consejo para ambos, infiel y engañado (a), es no escatimar en hacer sentir especial a su pareja, no importa si han peleado, si no están junto al otro, o si cuentan ya mucho tiempo de relación, los detalles lo son todo. Díganle día a día lo muy atractiva (o) que es, lo mucho que le gusta y desea y lo bien que te hace sentir.
Olvidarnos a veces de escuchar y atender nuestra pareja, constituye la tercera razón para que una aventura se interponga en el camino.
Las necesidades no solo son físicas, son de búsqueda de calor interior también.
El trabajo, los nuevos retos y otras actividades provocan que en muchas ocasiones, nos enfoquemos de más en nosotros mismos y le demos menos atención a la persona que nos acompaña en el camino.
Preguntar ¿Cómo estuvo tu día? al final de la jornada no nos quita mayor tiempo y nos provee de un rato de intimidad no sexual con la pareja, además hace que la otra persona sienta que nos preocupamos por ella.
Al final de cuentas, será siempre necesario poner las cosas sobre la balanza, y ver con la mirada más clara y pura que tenemos, que es el corazón, si realmente vale la pena provocar a quien más queremos un sufrimiento desgarrador por unos momentos insignificantes de diversión…
Para terminar, les comparto esta frase para pensar o recapacitar:
“No es compatible la mentira con algo transparente, hermoso y frágil como es el amor”
Deja una respuesta