Los ovarios son dos pequeños grandes órganos de la mujer. Si sitúan internamente a nivel de la pelvis y tienen como función la secreción de hormonas femeninas y la producción de óvulos.
Los ovarios están recubiertos por células epiteliales. Cuando estás células comienzan a reproducirse anormalmente, dan pie a los diferentes tipos de cáncer que atacan a los ovarios.
El riesgo de desarrollar cáncer de ovario aumenta conforme la mujer envejece, teniendo mucha más probabilidad de desarrollarlo a partir de los 50 años.
Las causas del cáncer de ovario son poco conocidas con exactitud. Pero se habla de que factores hormonales y genéticos juegan un papel.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo son aquellas situaciones que predisponen en mayor proporción a la mujer de desarrollar cáncer de ovario, entre ellas se encuentran:
- Historia Familiar: La mujer que tenga parientes en primer grado (como la madre o la hermana) que hayan padecido de cáncer ovárico, tienen más riesgo de sufrir este tipo de cáncer. Al igual existe el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer si en la familia alguien presenta cáncer de mama o cáncer de colon.
- Edad: El riesgo aumenta conforme aumenta la edad, en especial para aquellas mujeres que ya han entrado a la menopausia y sobrepasan los 50 años.
- Número de hijos: Curiosamente, estudios han demostrado que el cáncer prevalece más en aquellas personas no han tenido hijos que las mujeres que si los han tenido, y entre más hijos menos riesgo de desarrollar el cáncer ovárico.
- Haber padecido otro tipo de cáncer: Si la mujer sufre o sufrió también de cáncer de mama o de cáncer de colón, tiene el doble de riesgo de enfrentar un cáncer de ovario.
- Tratamientos de fertilidad: Los tratamientos de fertilidad que aumentan la ovulación están relacionados en el cáncer ovárico. De hecho las mujeres que se sometieron a este tipo de tratamientos tienen una probabilidad muy superior de sufrir de este tipo de cáncer que el resto de la población.
Síntomas
El cáncer de ovario es un mal silencioso, sus síntomas son muy leves y poco distinguibles de enfermedades de menor riesgo y suelen llegar cuando ya el cáncer esta avanzado.
Los síntomas generales incluyen:
- Dolor abdominal
- Hinchazón abdominal
- Presión en la pelvis
- Sensación rápida de llenura luego de comer poco
- Indigestión
- Nauseas
- Diarreas
- Orinar frecuentemente
- Pérdida del apetito
- Pérdida o ganancia de peso sin justificación
- Sangrados vaginales anormales
- Cansancio
- Dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales)
- Cambios en la menstruación
Diagnóstico
El diagnostico temprano del cáncer de ovario es realmente difícil, por que sus síntomas suelen parecer otras enfermedades benignas.
Sin embargo, exámenes de rutina, como el examen pélvico pueden ayudar en el diagnóstico, pero para el examinador, incluso para el más experimentado, es dificultoso palpar masas anormales en los ovarios o cercano a ellos.
La citología o papanicolau a pesar de ser tan buen agente en la detección del cáncer de cervix, no sirve para detectar el cáncer ovárico. Si los resultados de la citología llegarán a mostrar la presencia de cáncer ovárico, significa que el cáncer de ovárico ya está avanzado y se ha ido también al cuello uterino.
Existen postpruebas que se realizan de manera más confiada para detectar el cáncer en los ovarios, estás son: la ecografía transvaginal y el examen CA-125.
La ecografía transvaginal es un ultrasonido que coloca un pequeño instrumento en la vagina. Este examen sirve para encontrar masa en los ovarios, pero no para distinguir si se tratan o no de cáncer. Para determinarlo, se toman biopsias o muestras de tejido.
La CA-125 es una proteína que aumenta en la sangre de muchas mujeres que tienen cáncer del ovario. El problema de esta prueba es que otras condiciones que no tienen que ver con el cáncer también aumentan esta proteína, así como personas sanas también pueden presentar niveles altos de CA-125.
Por ello, ambos exámenes, ecografía transvaginal y CA-125 son complementarias una de otra.
Estas dos pruebas se realizan en mujeres de alto riesgo, como en las que tienen historia familiar de cáncer en los ovarios o en quienes se sospeche altamente de que sus síntomas se tratan de un cáncer de ovario.
Tratamiento
Una vez que el cáncer ha sido diagnosticado, los médicos toman la decisión de proceder con el mejor tratamiento según el caso de la paciente, ya sea operación, quimioterapia, radicación o combinaciones entre ellas.
Por lo general, la mayoría de las pacientes son sometidas a cirugía. En la cirugía se les hace una extirpación de los ovarios, el útero, cervix y las trompas de Falopio. Esta intervención se conoce como “histerectomía con salpingooforectomía bilateral”
Si el cáncer se ha trasladado a otras zonas también es removido por el cirujano.
Luego de la cirugía, se procede con el tratamiento con quimioterapia. Consiste en la inyección de drogas anticancerosas vía intravenosa para terminar de eliminar el cáncer.
Cuando se completa la quimioterapia, se hace una cirugía de observación para verificar que el cáncer haya sido eliminado por completo.
La radioterapia es un tratamiento más localizado, daña las células maliganas solo del área tratada. Es decisión de los especialistas con que tipo de terapia continuar luego de la operación.
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