A la hora de preparar una cena romántica, en muchas ocasiones nos preguntamos con qué tipo de esta afrodisíaca bebida acompañar la comida que hemos decidido preparar. Sigue con nosotros estos consejos generales sobre el vino para que los tomes en cuenta en tu siguiente velada romántica a la luz de las velas.
Color, Textura y Peso
El primer paso y el más elemental es considerar el color del vinoa la hora de realizar las combinaciones. Así por ejemplo es mejor combinar las carnes blancas como el pescado con los blancos y las carnes rojas con los tintos.
Hay que fijarse en la textura, el peso y los aromas. Si tenemos un plato con demasiado sabor, necesitamos un vino con cuerpo, mientras que para los platos ligeros y delicados se necesitan más ligeros.
Para un plato de sabor y textura fuerte, es mejor una copa de esta bebida con cuerpo, mientras que para plato con sabores ligeros y texturas delicadas hay que procurar servir copas ligeras de textura suave.
Estas consideraciones no son reglas estrictas. Al final de cuentas, tu gusto personal es el que vale. Estas recomendaciones se siguen en general para que los sabores de la comida y la bebida sean equilibrados.
Vinos Rosados
Son mas ligeros, frescos y afrutados por lo que son una buena opción para compartir con alguien al que no le gusten los tintos. Son complementos ideales para paellas, arroces y mariscos e incluso de pastas y verduras.
Uvas y Fresas
La regla con las uvas es muy sencilla. En este sentido nos basamos en el color:
- Las uvas verdes se combinan con los blancos
- Las uvas oscuritas o rojas se combinan con los tintos
- Las fresas se suelen combinar exitosamente con Champagne. Aunque igual puedes combinarlas con cualquier tipo de vino.
Quesos
Al contrario de lo que se piensa, los vinos blancos son los que mejor se llevan con los quesos, los quesos grasos combinan perfectamente con los vinos blancos frescos, mientras que los quesos fuertes hay que casarlos con vinos dulces.
- Queso Brie y Camembert con tintos jóvenes.
- Quesos azules fuertes con dulces o tintos de Chateaneuf-du-Pape.
- Queso Stilton con Oporto.
- Queso Roquefort con Sauternes.
- Queso Gruyere con blancos jóvenes y afrutados o con tintos ligeros.
- Queso Holandés con Cabernert Sauvignon.
- Queso Manchego con españoles de crianza.
Pescados
Los pescados de carne blanca y sobre todo los mariscos pueden hacer que los tintos, y aun mas los que tienen buena estructura tánica, tengan un sabor metálico que resulta desagradable. Por otra parte estos platillos generalmente se acompañan con limón, por lo que resulta mas fácil combatir la acidez del limón con los vinos blancos.
Pastas
En lo que se refiere a las pastas hay que tener en cuenta que lo que les da el sabor es la salsa, así que ahí es donde hay que fijarse. Generalmente una salsa de carne y tomate va con los vinos de buen cuerpo, mientras que con las pastas cremosas es preferible beber un buen Chardonnay.
Carnes
En lo que se refiere a las carnes es un poco más sencillo y lógico, mientras más fuerte sea el sabor de la carne combinada con la salsa, se necesitará de un vino con mas fuerza, y en lo contrario, disminuyen en intensidad. Como regla general no se recomiendan los blancos por su poca estructura.
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