El sexo es mucho más que un simple acto: los amantes se hacen uno porque se quieren, y esa fusión no es tan solo una experiencia física sino algo más complejo que afecta a la vida psíquica. El deseo es uno de los elementos que mantienen la vida sexual saludable, pero muchas veces éste desaparece o disminuye, y las parejas se enfrentan a una “crisis en la cama”.
Las preocupaciones diarias, laborales, el estrés o los nervios, inclusive hasta una dieta pueden disminuir y hasta hacer desaparecer el deseo sexual. En estos casos pedir ayuda a un profesional es la decisión más acertada, pero antes es bueno que la pareja se plantee algunas preguntas: ¿los dos tienen los mismos niveles de deseo sexual?, ¿la falta de deseo sexual es sólo con la pareja o con el sexo en general?, ¿hay algún tipo de problema físico?, ¿hay factores psicológicos que estén afectando al deseo sexual? Dependiendo de las respuestas a estas preguntas podrán entender mejor lo que está pasando y decidir qué paso dar luego.
Con la convivencia y el paso de los años, las parejas suelen confundir como desgaste lo que en realidad es una lógica evolución en la relación. Al no ser identificada como tal, la pasión se ve afectada.
Si esto te sucede ¡no te sientas culpable! Esta disfunción sexual afecta aproximadamente al 31% de los hombres y al 43% de las mujeres ¡en el mundo! Y, según los especialistas, le pasa al menos una vez a todas las parejas a lo largo de su vida.
Afortunadamente, se puede superar. La clave está en conocer mejor el propio cuerpo, con sus limitaciones y modificaciones, sobre todo a partir de cierta edad. Pero además, es bueno tener en cuenta que superar una crisis no es excesivamente complicado. Para lograr un “sexo feliz” hace falta recuperar la confianza en la cama, comunicarse sexualmente hablando y delimitar bien los límites de la relación sexual.
La pareja no debe guiarse por la frecuencia con la que mantienen las relaciones sino por el nivel de pasión que tengan: cuanto más se entiendan, mejor lo pasarán en la cama y mantendrán relaciones con más frecuencia.
Una medida que nunca está demás es visitar al urólogo y ginecólogo respectivamente para descartar cualquier clase de alteración física. Pero además, la buena comunicación de pareja es esencial y acudir a un especialista si es necesario son los pilares para recuperar el deseo.
Por último: acabar con los tabúes sobre la edad y el sexo, romper la rutina y llevar a cabo aquellas fantasías sexuales de las que se ha hablado. No tengan miedo de cambiar de aires y probar cosas nuevas. La única receta es que estén cómodos, relajados y se sientan con la suficiente libertad como para elegir lo que quieren hacer. Por lo demás queda solamente una obligación: ¡disfrutar!
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